¿SERÁ UN BMW EL ESCOGIDO?
No se puede despojar del gran halo de prestigio a unas marcas como Mercedes Benz, BMW, Audi, Volvo, Porsche ni a un Ferrari o Lamborghini. Todos saben que por detrás de esas puertas hay mucho lujo, tecnología, poder mecánico, y que son caros, para muchos inalcanzables.
Se cree que son muy superiores en todo al resto de marcas generalistas o mundanas. ¿Cuáles son realmente de lujo? En todo el planeta, BMW, Volvo, Mercedes, Audi, Cadillac, Lexus, Mini, Porsche, Acura, Jaguar, Infiniti, Land Rover, y los recientes productos de Genesis (pertenecen a Hyundai), se quieren posicionar , como los DS de Citroen; sino se me escapa alguna otra, imposible olvidar a Maserati, Lamborghini y Ferrari.
¿Mercedes la escogida? No es la única, son dos…..
No lo son, aunque cada una tiene autos cercanos a las más elitistas que han recortado bastante las distancias en todos los rubros, ni Citroen, Jeep, Peugeot, Mazda, Hyundai, Honda, Renault, Toyota, Nissan, Volkswagen y el resto de japonesas, europeas estadounidenses o coreanas, por más que en Colombia se perciban en la otra posición, por los elevados costos de venta y mantenimiento (los autos son un negocio, el importador ”escribe” las reglas), y por ende ruedan pocas unidades, lo que los hace más exclusivos y deseados para muchos, eso es otra cosa.
¿Por qué se reconoce a una marca de lujo? Son varias las características. Se han forjado el prestigio porque a lo largo de la historia han venido presentando innovaciones que siempre han sido exclusivas porque pasa un tiempo para que las adopten las demás automotrices. En todas las épocas han sido las primeras en ofrecer adelantos desconocidos en su tiempo, en lo técnico, en la seguridad, en la comodidad, en la calidad de construcción, incluso en el trazo de sus líneas de diseño general, ideas que, también con el tiempo, se van transfiriendo -bien por los consumidores-, a las demás automotrices, e incentivan la competitividad, que ha reducido mucho las diferencias entre los dos grupos.
¿Ejemplos? Los sistemas de ayuda al estacionamiento, de monitoreo de punto ciego, parqueo autónomo, alerta de cansancio del conductor , luces ledes matriciales con más de 600 metros de alcance, se lanzaron hace menos de 10 años en las premium, y ya el resto de las marcas también ofrece en gran medida esos avances hasta en carros subcompactos. Y si retrocedemos, lo mismo pasó hace casi 20 años, con las cajas de 6 y 7 cambios, luces de Xenón, sillas con masaje y calefacción, el control de estabilidad y los 6 airbags de serie.
Entrando en lo subjetivo y mensurable, un vehículo de lujo aporta imagen en asuntos como el diseño, la calidad visual de la cabina, se siente mejor, más fino, más caro, genera más placer, y por eso es un producto muy emocional. ¿Cómo en lo mensurable? Con la solidez al pasar sobre huecos, el bajo nivel sonoro en el interior o alto y agradable al exterior (un exhosto deportivo se estudia para su afinación). Igualmente, por el tacto de los mandos: un control de cambios, unas perillas del climatizador, el mando de las luces, la sensación que transmite una manija, todo está estudiado para transmitir calidad, hasta el sonido cuando se cierra la puerta.
¿Cuál es la mejor marca? Escojo a Mercedes Benz en lugar de Audi o BMW entre las tradicionales de lujo -una elección nada sencilla-, pero seguro fácil para otros que se van más por el cariño y la fidelidad hacia una marca, lo que significa su emblema, o simplemente por el estilo. Las tres son muy homogéneas y sin olvidar el tradicional carácter dinámico y de comodidad en ”BM” y Mercedes respectivamente, cualquiera ofrece soberbias motorizaciones, chasises que con diversos sistemas de suspensión como el caso de las neumáticas, pueden entregar óptima dinámica, y confort soñado. Todo, gobernado desde inmaculados controles y pantallas táctiles, como en los recientes Audi A6, 7 y 8.
Éste impecable trío entrega cabinas muy bien rematadas, insonorizadas, sensación de solidez con excepcionales posiciones de conducción (me encanta la postura de conducción en muchos BMW), e infinitas funciones electrónicas enfocadas hasta a lo sibarita, pudiendo escoger entre miles de colores que iluminan el habitáculo, programando la música y el tipo de masaje en la silla del piloto según el estado de ánimo!!!!
Todas ofrecen prácticamente los mismos equipamientos y posibilidades de personalización por variedad de colores, rines, suspensiones normales o adaptativas, telas, materiales nobles como cueros para las sillas, maderas, piezas en fibra de carbono, cromados...el límite está en función del presupuesto. Todas entregan generosas dosis de imagen, confort, seguridad y tecnología.
Entonces, ¿por qué elegí a Mercedes? Sustanciales argumentos de peso validan mi elección. Su larga y rica historia, por automóviles que han sido un hito en la competición , y otros modelos que en su momento con patentes incorporaron avances históricos hoy parte de todos los autos: las zonas de deformación programada, los frenos ABS y el primer airbag del mundo, entre muchos inventos, como ser el primer automóvil con motor de combustión en 1886.
Marca la diferencia también, un vasto grupo de Mercedes clásicos de todos los tiempos, testigos de una robustez y confiablidad superior que son codiciados y luchados en las mejores casas de subastas del mundo Me encanta también la clase, el aspecto señorial, elegante, a pesar del extraño mercado actual invadido de camionetas con todas las formas, de los tradicionales sedanes desde el clase C (visto de atrás, con clara reminiscencia del famoso Pontón) hasta el S, éste último, en su carrocería coupé, uno de los mejores GT del mundo que con respeto pero sin pena puede mirar a un Rolls Royce o Aston Martin.
Además es una marca asequible para una gran mayoría en todas las latitudes -más desde 2013 con el compacto A-, el valor de los modelos usados es muy sólido y constante por todo el mundo y, aunque parezca increíble pero es cierto, funcionan mejor y por eso cuesta mucho menos mantenerlos en comparación a los Ferrari o Lamborghini (obvio que también me fascinan, son de otra ”liga” pero no los puedo escoger a todos…..).
No se puede negar el lujo, la tradición de un Range Rover, el ser para muchos el vehículo ideal; menos, la sensualidad de un Alfa Romeo Giulia, pero fallas de funcionamiento los deja un punto o más por debajo y, sin negar la exclusividad de la marca italiana, se ubica más hacia las marcas generales que dentro de las elitistas.
¿Cuál prefiero entre las normales? En el tope de la lista, Mazda, Toyota y Honda. ¿Elección? Toyota, porque aunque Mazda me encanta por la relación precio/valor -acentuada en Colombia-, que integra diversión al volante, mucho estilo y calidad, nadie en el mundo puede negar la historia que ha redactado, consecuencia de la fama de ”tanques de guerra” en cuanto a fortaleza, durabilidad y buen funcionamiento que caracteriza a todos y cada uno de los Toyota, perseverancia de la que no pueden presumir las otras japonesas, así sea por defectos no tan importantes en la minoría de modelos.
La marca que más vende en el mundo no excluye la máxima calidad por cantidad, incluso, aunque pueda ser por mínimo margen, supera a modelos de Mercedes Benz y todas cuando se acumulan muchos años y kilómetros. Con frecuencia, en cientos de documentales y noticieros aparece el afamado Land cruiser o la Hilux haciendo parte de caravanas de la Cruz Roja o la ONU transitando inhóspitos lugares. La marca de lujo de Toyota es Lexus, dentro de pocos meses cumple 30 años y aún ninguno de sus rivales la equipara en confiabilidad y longevidad. Además sus autos son un portento en confort acústico, calidad de armado , suavidad y más del 50% de sus ventas están impulsadas por modelos híbridos en un gran mercado (no recuerdo exactamente si en USA o Europa)
¿Son tan superiores las de lujo con respecto a las demás? La ventaja existe, pero es evidente que se ha reducido muchísimo en los últimos tiempos, particularmente en los segmentos de grandes volúmenes y, entre muchos ejemplos de los que podría hablar, hay clientes que no aceptan pagar más por un excelente Audi A3, que por un buenísimo Volkswagen Golf con el mismo motor – equipamiento; con respecto a los carros de lujo más grandes, las diferencias sí son más notorias, y el equipamiento exclusivo puede demorar años en popularizarse. Así, ¿cuál es la favorita de ustedes?
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